jueves, 25 de septiembre de 2008

Soñando mi pueblo



Soñando, que voy soñando,
caminos de tierra blanca;
soñando, que voy soñando,
con nostálgica añoranza.
Soñando con tus llanuras,
con tus pobres casas blancas,
con tus olivares verdes,
con tus campiñas doradas.

Soñando, que voy soñando,
fuera de mi tierra amada,
y el corazón lleva sombra
sin la luz que tú le dabas.
Y cuando llega la noche,
con la cabeza en la almohada,
apenas cierro los ojos
el alma del cuerpo salta.
Y sueño, sueño una noche
y otra noche, noches largas,
con aquel bello crepúsculo
sobre largas lontananzas.

Sueño que sueño, mis sueños,
sueños de mi tierna infancia
en aquella casa humilde
palpitante de esperanzas.

En aquel patio de piedras,
donde la lluvia marcaba
gorgoritos en los charcos
que mis ojos contemplaban.

Con infantil fantasía,
mil sueños se resbalaban
por aquel limpio arroyuelo
que alegre serpenteaba.

A través de aquel espejo,
palacios yo adivinaba,
enormes puestas de sol
con ángeles que jugaban.

Sueño que sueño, llorando
recuerdo aquella montaña
por donde días felices
mis pasos se deslizaban,
y cogiendo con mis manos
amapolas, preguntaba:
¿Será fraile?,¿Será monja?...,
una ilusión desgranada;
margaritas que el camino
adornan como guirnaldas,
una a una, de su cáliz
los pétalos le arrancaba:

¡Dime que sí, o es que no!...
¡Ay, qué gran pena me daba
si la margarita injusta
de mis deseos negaba.

Soñando que voy soñando
caminos de tierra blanca;
soñando que voy soñando
con nostálgica añoranza.

No hay comentarios: