jueves, 25 de septiembre de 2008
Deseo
Silencio, frío, suspiros, melancolías.
¡Ay, tiempos que perdidos, no olvidados,
aún en mi cerebro siento!
Noches oscuras; desierta luna en el valle
que quise alcanzar corriendo.
yo volveré, seré niña y jugaré
con tus espigas mordiendo.
Llegaré despacio, triste,
tan triste como un recuerdo.
Me colgaré de tu luna,
me bañaré de tu viento,
humedeceré de llanto,
¡ay, tierra! tantos recuerdos.
Iré a dejar, en el fondo
de tus entrañas, un verso,
un pétalo ya marchito
de rosas que en ti nacieron.
Escarbaré con mis uñas tus raíces
y estos dedos volverán a ser el polvo
que un día llevará el viento.
De rodillas, descalza el alma
de tanto zapato prieto,
correré como una hoja
perdida por el desierto.
Rezaré y mi alma desnuda
se bañará del incienso
que humea por las rendijas
de tus gratos sentimientos.
Y después caeré rendida
bajo la luna y tu cielo
siendo, para esta miseria de carne,
mortaja y velo
que cubra, como una nube,
mi corazón en silencio.
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